viernes, 24 de octubre de 2014

Sonrisas



 Se dice, se cuenta,
que en una época de castillos y caballeros,
había uno a quien no se tomaba en serio.

Era un despropósito tal,
que aún intentando ayudar
el ridículo siempre hacía.
Era torpe y adoquín.
Era el hazmerreír.

Un buen día se cansó,
el caballero de su armadura se deshizo,
y en su lugar visitó de arlequín.

Para reírse de él un buen motivo procuró,
aquel traje de bufón,
que nada alegre tenía. 


En su cara se dibujó una mueca de placer,
entre risilla y desdén,
fervor por una gota de sangre.

Una muerte tras otra,
vengando su propia sorna,
dio caza a todo a quien odiaba,
empezando por él.

Y así se forjó la leyenda
del joker de sonrisa siniestra
a quien mejor no encontrar.

Vigila de quien te jactas,
no eres mejor que nadie.
Haz caso a estas palabras,
o el joker vendrá a buscarte.

Corre si crees verlo,
mantente siempre alerta,
por tu vida y tu cabeza,
no sea que las pierdas.

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